EMBAJADOR PAGANO.-Fortuna favorable,
pon en tu rueda un clavo,
y mantente involuble,
constante siempre y firme en ampararnos.
Sigan, deidad hermosa,
de tus benignas manos
las gracias que franqueas
a los felices héroes paganos.
Nuestras armas dichosas
se ven por vos triunfando,
ufanas y altaneras
del infelice y mísero Cristiano.
Vuestro favor, auspicio
y benéfico amparo,
nos asiste, protege
y a miles las victorias nos ha dado.
Mi monarca invencible,
Anguelus, a cuyo brazo
no hay poder que se oponga
en todos los demás reinos cristianos.
Aquél que ya vencidos
numera pueblos tantos,
que no se halla guarismo
para poder siquiera registrarlos;
aquél ante quien gime
el cristiano postrado,
y estremecido teme
el valor invencible de su brazo;
aquél, en fin, insigne
y valiente soldado,
de cuyo nombre
tiembla el cristiano como azorado.
Esto os pide sumiso;
que en la empresa en que estamos
nos deis vuestra asistencia
para hollar y rendir al cristiano.
¡De valiente y guerrero
se jacta muy ufano,
pero, necio, no piensa;
que el famoso Anguelus es su contrario!
Será su resistencia
un valor muy incauto,
una osadía imprudente,
un esfuerzo falaz y temerario.
Llorarán cuanto antes,
sus yerros, aherrojados,
arrastrando cadenas
bajo el yugo y poder pagano.
Serán a nuestras plantas,
vencidos y humillados,
¡alfombras de honor nuestro
a pesar de su orgullo necio e insano!
Los héroes de KAOS,
en su valor fiados,
impacientes esperan
el momento feliz de dar asalto.
Difíciles empresas
vencen a cada paso,
¿y esta pequeña villa
habría de servirles de embarazo?
No así lo conceptúo;
antes creo que, tanto
tardarán en rendirse,
cuanto tarden en vemos acampados.
Cuando vean al pagano
con el sable en la mano,
tan marcial, tan airoso,
tan bizarro, tan fiero y tan ufano,
temblarán esos pocos
miserables cristianos,
ya voz en grito entonces
clemencia pedirán, no hay que dudarlo.
A la plaza me acerco;
dirige, Allá, mis pasos,
y pon tanta energía
a las voces que salgan de mis labios,
que convencidos queden,
que estén desengañados
y eviten el que se haga
en sus vidas y hacienda un estrago.
(El Embajador se acerca al castillo.)
¡Ah del muro!
CENTINELA.- ¿ Quién me llama?
EMBAJADOR MORO.-Quien desea ser tu amigo,
un pagano que te saluda.
CENTINELA.-De tu nación no he tenido
amigos ni me acomodan.
EMBAJADOR MORO.-Si no conoces lo fino
de los pechos cristianos,
los desprecias sin motivo.
CENTINELA..-Cuando vosotros tratáis
al cristiano con cariño,
algún interés os llama.
EMBAJADOR MORO.-Engañado has discurrido,
pues hoy vengo solamente
a buscar tu beneficio.
CENTINELA..-Beneficios de tu mano
los detesto y abomino.
EMBAJADOR MORO.- iAh, que engañado vives!
Tú mudarás de designio
cuando sepas mi intención.
Di al jefe de ese castillo
que salga, que quiero hablarle.
CENTINELA.-Aquí llega ya el caudillo.
CAPITÁN CRISTIANO.-¿Quién me llama?
EMBAJADOR MORO.- Quien te estima;
quien desea ser siempre vuestro amigo.
quetu dios prospere, valiente cruzado,
tus glorias, tu salud y brazo invicto,
El insigne Anguelus, lider de Kaos,
cuyos dominios vastos y extendidos
por límites tan sólo reconocen
su libre voluntad, me ha distinguido
entre tantos adalides paganos,
para enviarte salud; y así te digo
en su nombre, que está determinado
a colmarte de dones exquisitos,
conservar tus honores y grandezas,
respetar los hogares y los ritos,
de este pueblo esforzado y aliviarle
la penuria feudal en que oprimido
se encuentra el cruzado, que escasea
el preciso sustento de sus hijos.
Si me entregas las llaves de esta villa,
si depones el loco desvarío
de proclamar por rey injustamente
a ese ingles tan fementido;
si a toda, reina invencible,
mi estimada monarca, dais oídos,
veréis luego lo fino de su pecho,
lo amable, lo leal, lo compasivo.
El, vuestro estado mísero conoce,
él advierte y repara el gran conflicto
en que estáis, ¡miserables cristianos!
y es sólo su intención daros alivio.
¡Ahl si supieseis de su amor lo fino,
ni un instante tan sólo os retardarais
en hacerle señor de ese castillo.
El os defenderá de todo riesgo.,
él será vuestro escudo en los peligros,
en las desgracias será vuestro consuelo,
en penas y zozobras el asilo ;
será vuestro tutor en las angustias
y será vuestro amparo en los conflictos.
En él encontraréis no un vil tirano,
sino un conquistador y rey benigno.
No será él un déspota orgulloso,
sí padre cariñoso con sus hijos.
Yo no creo penséis en resistirle,
pues será tal pensar vuestro exterminio.
Son muy pocas y cortas vuestras fuerzas
para hacer resistencia al brazo invicto
de Anguelus, su caudillo, que ha aplastado
los héroes valientes y aguerridos
que a su valor quisieron oponerse,
y ya su torpeza lloran vencidos.
Es su poder sin límites ni cotas
y su fuerza avasalla cuanto ha visto.
Véncelo todo con su solo nombre,
tal es el miedo y pasmo que ha infundido,
que en oyendo decir: iAnguelus viene!,
se le rinden las plazas y castillos.
Nunca acabar sería si intentase
sus proezas y hazañas referiros.
Ya vista de esto, ¿intentaréis vosotros
sus fuerzas resistir? ¡Ah!, no confío
penséis tan poco cuerdos, pues sería
buscaros la ruina y precipicio.
No os detengáis, y pronto resolveos,
pues conozco que estáis aún indecisos.
Mirad qué respondéis, pues mis soldados
el resultado del mensaje mío
en los montes esperan impacientes,
ansiosos de llegar pronto a este sitio.
CAPITÁN.-He oído tu arrogancia
y me displace tu soberbia vana;
no es valor la jactancia;
en la guerra el que menos habla, gana,
pues la lengua apreciada
en la escuela de Marte es la espada.
Rendidos miramientos
afectas con tus muchas expresiones,
pero es por cumplimiento
sin que pasen a más tus intenciones.
Mucho prometes ahora,
más nada cumplirás llegada la hora.
(Dirigiéndose a su Embajador.)
Embajador, contesta,
aunque no creo merezcan respuesta.
EMBAJADOR CRISTIANO.-Al que te envía di, que pocas veces
el cristiano tuvo la villanía
de entregar los castillos y las plazas,
sorprendido de dichos y amenazas.
Con la espada en la mano,
defendiendo los fueros del monarca,
vertiendo muy ufano
su sangre noble a golpes de la Parca.
rinde el cristiano las fortalezas,
pero no seducido de promesas.
EMBAJADOR PAGANO.- ¡Ah, deslumbrado! ¿Mi oferta despreciáis?
Sobre vosotros al instante mismo,
va a caer el rigor del rey mi amo;
el crudo golpe del fatal cuchillo
que, con felina rabia, mis soldados
descargarán en el marcial conflicto
sin perdonar edad, sexo ni estado.
EMBAJADOR CRISTIANO.-Basta, infiel, no más; obra a tu arbitrio,
que yo he resuelto derramar mi sangre
por Dios, la patria y por el rey que sirvo.
EMBAJADOR Pagano.-Pues ya que sordo estás a mis promesas,
ya que te burlas del esfuerzo mío,
ya que no te intimidan mis guerreros,
ya que desprecias los funestos filos
de mi alfanje, que tienen por costumbre
rendir al paso que se ven sus brillos,
llegó ya el lance; el aciago día,
en que, para mi gloria y tu castigo,
bajen los torreones de ese muro,
los altos capiteles y edificios
de esa villa, a besar con vilipendio
mi planta victoriosa, demolidos.
Esa será la gloria de este pueblo,
gloria que no dispenso a los vecinos,
porque en cuanto entre en él, sin quedar uno,
serán todos pasados a cuchillo.
Consumirá el incendio vuestras casas,
devastará vuestros hogares ricos,
todo será pavor, susto y espanto,
desolación, saqueo y exterminio.
EMBAJADOR CRISTIANO.- ¡Ciego, desventurado ismaelita!
Si tú hubieras tenido otros principios,
te diría que en mí obra una fuerza
superior a la tuya, pues confío
en el brazo invencible del Eterno;
tengo el carácter de su Hijo ungido;
llevo en mis triunfadores estandartes
la augusta insignia en que sufrir El quiso
la muerte más atroz e ignominiosa,
derramando el licor, licor divino
de su sangre, y salvar al mundo todo
que gemía esperando, aunque cautivo,
en la horrenda opresión de su pecado.
Con esta insignia quebrantó sus grillos,
rompió con esta insignia sus Cadenas,
fue el reino del infierno destruido,
triunfó de Lucifer. venció a la muerte,
cambió los ayes en alegres himnos.
Pues con la misma insignia en este día,
espero yo triunfar de tu atrevido,
de tu bárbaro e indómito coraje,
con general aplauso y regocijo.
Espero ver tus africanas huestes
alternando con quejas y suspiros
detestar, maldecir la infatuada
empresa de su pérfido caudillo;
espero, en fin, ver a mi pueblo triste,
libre de la penuria de este sitio,
cantar alegres salmos y alabanzas,
al Dios Santo, al Dios fuerte, agradecido,
y adornar los dinteles de sus templos,
con los trofeos que haya conseguido
en la victoria que impaciente espera.
EMBAJADOR PAGANO.- Sella tu labio y no tan presumido
cuentes por hecho aquello que la suerte
de las armas dará por decidido.
Tu orgullosa arrogancia me ha enseñado....
EMBAJADOR CRISTIANO.-Yo apoyo mi arrogancia en Jesucristo.
EMBAJADOR PAGANO .-jajaja Es un falso profeta.
EMBAJADOR CRISTIANO.- ¡Ah blasfemo!
Teme los rayos, teme los castigos
de su poder invicto e insuperable.
El tornará en venganza de sus hijos,
sembrará el terror, el susto y desorden
sobre tus huestes...
EMBAJADOR MORO.- ¡Ah soldados míos!
¡Al arma, al arma! y sientan los cristianos
el cruel estrago, los agudos filos
de vuestras impertérritas cuchillas.
¡Viva Angelus! Tomemos el castillo.
EMBAJADOR CRISTIANO.- !cruzados y templarios ! Por San Jorge y Santiago
defendamos la fe de Jesucristo.
Y aqui empieza la cruenta Batalla
(Embajada de batalla dedicada a Anguelus y las Aguerridas tropas de KAOS)
pon en tu rueda un clavo,
y mantente involuble,
constante siempre y firme en ampararnos.
Sigan, deidad hermosa,
de tus benignas manos
las gracias que franqueas
a los felices héroes paganos.
Nuestras armas dichosas
se ven por vos triunfando,
ufanas y altaneras
del infelice y mísero Cristiano.
Vuestro favor, auspicio
y benéfico amparo,
nos asiste, protege
y a miles las victorias nos ha dado.
Mi monarca invencible,
Anguelus, a cuyo brazo
no hay poder que se oponga
en todos los demás reinos cristianos.
Aquél que ya vencidos
numera pueblos tantos,
que no se halla guarismo
para poder siquiera registrarlos;
aquél ante quien gime
el cristiano postrado,
y estremecido teme
el valor invencible de su brazo;
aquél, en fin, insigne
y valiente soldado,
de cuyo nombre
tiembla el cristiano como azorado.
Esto os pide sumiso;
que en la empresa en que estamos
nos deis vuestra asistencia
para hollar y rendir al cristiano.
¡De valiente y guerrero
se jacta muy ufano,
pero, necio, no piensa;
que el famoso Anguelus es su contrario!
Será su resistencia
un valor muy incauto,
una osadía imprudente,
un esfuerzo falaz y temerario.
Llorarán cuanto antes,
sus yerros, aherrojados,
arrastrando cadenas
bajo el yugo y poder pagano.
Serán a nuestras plantas,
vencidos y humillados,
¡alfombras de honor nuestro
a pesar de su orgullo necio e insano!
Los héroes de KAOS,
en su valor fiados,
impacientes esperan
el momento feliz de dar asalto.
Difíciles empresas
vencen a cada paso,
¿y esta pequeña villa
habría de servirles de embarazo?
No así lo conceptúo;
antes creo que, tanto
tardarán en rendirse,
cuanto tarden en vemos acampados.
Cuando vean al pagano
con el sable en la mano,
tan marcial, tan airoso,
tan bizarro, tan fiero y tan ufano,
temblarán esos pocos
miserables cristianos,
ya voz en grito entonces
clemencia pedirán, no hay que dudarlo.
A la plaza me acerco;
dirige, Allá, mis pasos,
y pon tanta energía
a las voces que salgan de mis labios,
que convencidos queden,
que estén desengañados
y eviten el que se haga
en sus vidas y hacienda un estrago.
(El Embajador se acerca al castillo.)
¡Ah del muro!
CENTINELA.- ¿ Quién me llama?
EMBAJADOR MORO.-Quien desea ser tu amigo,
un pagano que te saluda.
CENTINELA.-De tu nación no he tenido
amigos ni me acomodan.
EMBAJADOR MORO.-Si no conoces lo fino
de los pechos cristianos,
los desprecias sin motivo.
CENTINELA..-Cuando vosotros tratáis
al cristiano con cariño,
algún interés os llama.
EMBAJADOR MORO.-Engañado has discurrido,
pues hoy vengo solamente
a buscar tu beneficio.
CENTINELA..-Beneficios de tu mano
los detesto y abomino.
EMBAJADOR MORO.- iAh, que engañado vives!
Tú mudarás de designio
cuando sepas mi intención.
Di al jefe de ese castillo
que salga, que quiero hablarle.
CENTINELA.-Aquí llega ya el caudillo.
CAPITÁN CRISTIANO.-¿Quién me llama?
EMBAJADOR MORO.- Quien te estima;
quien desea ser siempre vuestro amigo.
quetu dios prospere, valiente cruzado,
tus glorias, tu salud y brazo invicto,
El insigne Anguelus, lider de Kaos,
cuyos dominios vastos y extendidos
por límites tan sólo reconocen
su libre voluntad, me ha distinguido
entre tantos adalides paganos,
para enviarte salud; y así te digo
en su nombre, que está determinado
a colmarte de dones exquisitos,
conservar tus honores y grandezas,
respetar los hogares y los ritos,
de este pueblo esforzado y aliviarle
la penuria feudal en que oprimido
se encuentra el cruzado, que escasea
el preciso sustento de sus hijos.
Si me entregas las llaves de esta villa,
si depones el loco desvarío
de proclamar por rey injustamente
a ese ingles tan fementido;
si a toda, reina invencible,
mi estimada monarca, dais oídos,
veréis luego lo fino de su pecho,
lo amable, lo leal, lo compasivo.
El, vuestro estado mísero conoce,
él advierte y repara el gran conflicto
en que estáis, ¡miserables cristianos!
y es sólo su intención daros alivio.
¡Ahl si supieseis de su amor lo fino,
ni un instante tan sólo os retardarais
en hacerle señor de ese castillo.
El os defenderá de todo riesgo.,
él será vuestro escudo en los peligros,
en las desgracias será vuestro consuelo,
en penas y zozobras el asilo ;
será vuestro tutor en las angustias
y será vuestro amparo en los conflictos.
En él encontraréis no un vil tirano,
sino un conquistador y rey benigno.
No será él un déspota orgulloso,
sí padre cariñoso con sus hijos.
Yo no creo penséis en resistirle,
pues será tal pensar vuestro exterminio.
Son muy pocas y cortas vuestras fuerzas
para hacer resistencia al brazo invicto
de Anguelus, su caudillo, que ha aplastado
los héroes valientes y aguerridos
que a su valor quisieron oponerse,
y ya su torpeza lloran vencidos.
Es su poder sin límites ni cotas
y su fuerza avasalla cuanto ha visto.
Véncelo todo con su solo nombre,
tal es el miedo y pasmo que ha infundido,
que en oyendo decir: iAnguelus viene!,
se le rinden las plazas y castillos.
Nunca acabar sería si intentase
sus proezas y hazañas referiros.
Ya vista de esto, ¿intentaréis vosotros
sus fuerzas resistir? ¡Ah!, no confío
penséis tan poco cuerdos, pues sería
buscaros la ruina y precipicio.
No os detengáis, y pronto resolveos,
pues conozco que estáis aún indecisos.
Mirad qué respondéis, pues mis soldados
el resultado del mensaje mío
en los montes esperan impacientes,
ansiosos de llegar pronto a este sitio.
CAPITÁN.-He oído tu arrogancia
y me displace tu soberbia vana;
no es valor la jactancia;
en la guerra el que menos habla, gana,
pues la lengua apreciada
en la escuela de Marte es la espada.
Rendidos miramientos
afectas con tus muchas expresiones,
pero es por cumplimiento
sin que pasen a más tus intenciones.
Mucho prometes ahora,
más nada cumplirás llegada la hora.
(Dirigiéndose a su Embajador.)
Embajador, contesta,
aunque no creo merezcan respuesta.
EMBAJADOR CRISTIANO.-Al que te envía di, que pocas veces
el cristiano tuvo la villanía
de entregar los castillos y las plazas,
sorprendido de dichos y amenazas.
Con la espada en la mano,
defendiendo los fueros del monarca,
vertiendo muy ufano
su sangre noble a golpes de la Parca.
rinde el cristiano las fortalezas,
pero no seducido de promesas.
EMBAJADOR PAGANO.- ¡Ah, deslumbrado! ¿Mi oferta despreciáis?
Sobre vosotros al instante mismo,
va a caer el rigor del rey mi amo;
el crudo golpe del fatal cuchillo
que, con felina rabia, mis soldados
descargarán en el marcial conflicto
sin perdonar edad, sexo ni estado.
EMBAJADOR CRISTIANO.-Basta, infiel, no más; obra a tu arbitrio,
que yo he resuelto derramar mi sangre
por Dios, la patria y por el rey que sirvo.
EMBAJADOR Pagano.-Pues ya que sordo estás a mis promesas,
ya que te burlas del esfuerzo mío,
ya que no te intimidan mis guerreros,
ya que desprecias los funestos filos
de mi alfanje, que tienen por costumbre
rendir al paso que se ven sus brillos,
llegó ya el lance; el aciago día,
en que, para mi gloria y tu castigo,
bajen los torreones de ese muro,
los altos capiteles y edificios
de esa villa, a besar con vilipendio
mi planta victoriosa, demolidos.
Esa será la gloria de este pueblo,
gloria que no dispenso a los vecinos,
porque en cuanto entre en él, sin quedar uno,
serán todos pasados a cuchillo.
Consumirá el incendio vuestras casas,
devastará vuestros hogares ricos,
todo será pavor, susto y espanto,
desolación, saqueo y exterminio.
EMBAJADOR CRISTIANO.- ¡Ciego, desventurado ismaelita!
Si tú hubieras tenido otros principios,
te diría que en mí obra una fuerza
superior a la tuya, pues confío
en el brazo invencible del Eterno;
tengo el carácter de su Hijo ungido;
llevo en mis triunfadores estandartes
la augusta insignia en que sufrir El quiso
la muerte más atroz e ignominiosa,
derramando el licor, licor divino
de su sangre, y salvar al mundo todo
que gemía esperando, aunque cautivo,
en la horrenda opresión de su pecado.
Con esta insignia quebrantó sus grillos,
rompió con esta insignia sus Cadenas,
fue el reino del infierno destruido,
triunfó de Lucifer. venció a la muerte,
cambió los ayes en alegres himnos.
Pues con la misma insignia en este día,
espero yo triunfar de tu atrevido,
de tu bárbaro e indómito coraje,
con general aplauso y regocijo.
Espero ver tus africanas huestes
alternando con quejas y suspiros
detestar, maldecir la infatuada
empresa de su pérfido caudillo;
espero, en fin, ver a mi pueblo triste,
libre de la penuria de este sitio,
cantar alegres salmos y alabanzas,
al Dios Santo, al Dios fuerte, agradecido,
y adornar los dinteles de sus templos,
con los trofeos que haya conseguido
en la victoria que impaciente espera.
EMBAJADOR PAGANO.- Sella tu labio y no tan presumido
cuentes por hecho aquello que la suerte
de las armas dará por decidido.
Tu orgullosa arrogancia me ha enseñado....
EMBAJADOR CRISTIANO.-Yo apoyo mi arrogancia en Jesucristo.
EMBAJADOR PAGANO .-jajaja Es un falso profeta.
EMBAJADOR CRISTIANO.- ¡Ah blasfemo!
Teme los rayos, teme los castigos
de su poder invicto e insuperable.
El tornará en venganza de sus hijos,
sembrará el terror, el susto y desorden
sobre tus huestes...
EMBAJADOR MORO.- ¡Ah soldados míos!
¡Al arma, al arma! y sientan los cristianos
el cruel estrago, los agudos filos
de vuestras impertérritas cuchillas.
¡Viva Angelus! Tomemos el castillo.
EMBAJADOR CRISTIANO.- !cruzados y templarios ! Por San Jorge y Santiago
defendamos la fe de Jesucristo.
Y aqui empieza la cruenta Batalla
(Embajada de batalla dedicada a Anguelus y las Aguerridas tropas de KAOS)
LOCO AMOR
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez , la locura, como siempre tan loca, les propuso : Vamos a jugar a los escondidos? la intriga levantó la ceja y la curiosidad, sin poder contenerse preguntó: A los escondidos?... ¿y cómo es eso?
Es un juego - explicó la locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta diez, mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. el entusiasmo bailó secundado por la euforia, y la alegria dió tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interasaba nada. Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse.¿Para qué?, si siempre la encontraban, y la soberbia opinó que era un juego muy
, (pero en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la cobardía prefirio no arriesgarse...
Uno, dos, tres, cuatro... comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fué la pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, la fe subió al cielo, la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del arbol mas alto. La generocidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos:
Que un lago cristalino? ideal para la belleza; Que la rendija de un arbol? perfecto para la timidez; Que el vuelo de la mariposa? lo mejor para la voluptuocidad; Que si una rafaga de viento? magnifico para la libertad; Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El egoismo en cambio encontro un sitio muy bueno desde el principio, ventilado y cómodo, pero sólo para él. La mentira se escondió en el fondo de los oceanos (mentira!), en realidad se escondió detrás del arcoiris), y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido... se me olvidó donde se escondió, jeje... pero eso no es lo importante.
Cuando la locura contaba 7, 8, 9..., el amor aún no encontraba donde esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ DIEZ !!!!!!!!!!!!! Contó la locura -y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó la fe, discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, a la pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes, en un descuido encontró a la envidia y claro, pudo deducir donde estaba el triunfo. A el egoismo no tuvo que buscarlo, el solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza, y con la duda resultó más fácil todavia, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún de que lado esconderse. Así fué encontrando a todos, a el talento entre la hierba fresca, a la angustia en una obscura cueva, a la mentira detrás del arcoiris...(mentira!!, si ella estaba en el fondo de los oceanos) y hasta el olvido... que ya se le habia olvidado a que estaba jugando , pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio, la locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal, tomó una ramita y comenzó a mover las rosas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó, las espinas habían herido los ojos al amor, la locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces; desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra: el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña
Cuentan que una vez se reunieron en un lugar de la tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres. Cuando el aburrimiento había bostezado por tercera vez , la locura, como siempre tan loca, les propuso : Vamos a jugar a los escondidos? la intriga levantó la ceja y la curiosidad, sin poder contenerse preguntó: A los escondidos?... ¿y cómo es eso?
Es un juego - explicó la locura, en que yo me tapo la cara y comienzo a contar desde uno hasta diez, mientras ustedes se esconden y cuando yo haya terminado de contar, al primero de ustedes que encuentre ocupará mi lugar para continuar el juego. el entusiasmo bailó secundado por la euforia, y la alegria dió tantos saltos que terminó por convencer a la duda, e incluso a la apatía, a la que nunca le interasaba nada. Pero no todos quisieron participar, la verdad prefirió no esconderse.¿Para qué?, si siempre la encontraban, y la soberbia opinó que era un juego muy
, (pero en el fondo lo que le molestaba era que la idea no hubiese sido de ella) y la cobardía prefirio no arriesgarse...Uno, dos, tres, cuatro... comenzó a contar la locura. La primera en esconderse fué la pereza, que como siempre se dejó caer tras la primera piedra del camino, la fe subió al cielo, la envidia se escondió tras la sombra del triunfo, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del arbol mas alto. La generocidad casi no alcanzaba a esconderse, cada sitio que encontraba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos:
Que un lago cristalino? ideal para la belleza; Que la rendija de un arbol? perfecto para la timidez; Que el vuelo de la mariposa? lo mejor para la voluptuocidad; Que si una rafaga de viento? magnifico para la libertad; Así terminó por ocultarse en un rayito de sol. El egoismo en cambio encontro un sitio muy bueno desde el principio, ventilado y cómodo, pero sólo para él. La mentira se escondió en el fondo de los oceanos (mentira!), en realidad se escondió detrás del arcoiris), y la pasión y el deseo en el centro de los volcanes. El olvido... se me olvidó donde se escondió, jeje... pero eso no es lo importante.
Cuando la locura contaba 7, 8, 9..., el amor aún no encontraba donde esconderse, pues todo se encontraba ocupado... hasta que divisó un rosal y enternecido decidió esconderse entre sus flores.
¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡ DIEZ !!!!!!!!!!!!! Contó la locura -y comenzó a buscar. La primera en aparecer fue la pereza, sólo a tres pasos de una piedra. Después se escuchó la fe, discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, a la pasión y el deseo los sintió en el vibrar de los volcanes, en un descuido encontró a la envidia y claro, pudo deducir donde estaba el triunfo. A el egoismo no tuvo que buscarlo, el solito salió disparado de su escondite, que había resultado un nido de avispas. De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago descubrió a la belleza, y con la duda resultó más fácil todavia, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún de que lado esconderse. Así fué encontrando a todos, a el talento entre la hierba fresca, a la angustia en una obscura cueva, a la mentira detrás del arcoiris...(mentira!!, si ella estaba en el fondo de los oceanos) y hasta el olvido... que ya se le habia olvidado a que estaba jugando , pero sólo el amor no aparecía por ningún sitio, la locura buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyuelo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba a punto de darse por vencida, divisó un rosal, tomó una ramita y comenzó a mover las rosas, cuando de pronto un doloroso grito se escuchó, las espinas habían herido los ojos al amor, la locura no sabía que hacer para disculparse, lloró, rogó, imploró, pidió perdón y hasta prometió ser su lazarillo. Desde entonces; desde que por primera vez se jugó a los escondidos en la tierra: el amor es ciego y la locura siempre lo acompaña
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