ANGELES KUSTODIOS
KAOS// ANGELES KUSTODIOS
sábado, abril 9
LA DECISIÓN DE UNA HECHICERA
.-Le he estado dando vueltas al asunto y creo que he tomado una decisión.
.- ¿A sí? ¿Y que será un ataque frontal?
.- ¿Quién esta hablando de estrategias de batalla?
.-Pues entonces no lo entiendo gemelita, la verdad.
.-Desde hace tiempo vienes diciéndome que tengo que volver a casarme…
.-No a casarte con cualquiera gemelita, si no con alguien en concreto.
.-Lo sé, lo sé, pero reconoce que es difícil, habrá habladurías, murmuraciones y ninguna buena.
.- ¿No dices que lo que no te mata te hace mas fuerte? Además creo que te lo ha demostrado una y mil veces, no le importa lo que opinen los demás, vosotros tenéis algo mas que una relación de pareja, tenéis una cimentada amistad que resistirá las maledicencias de los ``bien´´ intencionados.
Esa misma noche, tras la reunión de clanes paganos, pasaron todos al salón donde Kaos, celebraba las cenas frías para sus comensales y aliados.
Me recosté en una de las alacenas, situadas lo mas lejos posible de el, parapetada detrás de una jarra de hidromiel, viendo como mas de una de las mujeres y guerreras se acercaban con dobles intenciones hasta su posición.
.- ¿Te molesta?
.-Un poco gemelita, para que te voy a mentir.
La sonrisa de Shee debería de haberme puesto sobre aviso, pero estaba tan metida en mis pensamientos que no lo advertí.
Pronto la música comenzó a sonar y de las baladas de los jugares, pronto se paso a las danzas populares.
Las risas y la bebida corrían sin precaución y juntos con los coqueteos de las demás damas hacia su persona, encendieron mi humor, hasta convertirlo del mismo color que mi cabello.
Cuando una de ellas paso cerca suyo y el correspondió a un comentario con una palmada en su trasero, me pusieron la puntilla.
Con la jarra recién servida de un fuerte vino rojo, me presente delante de el, apenas tuvo tiempo de ponerme los ojos encima, cuando el vino le corría por la cabeza y la cara.
.- ¿A que demonios viene esto?
.-Solo es un recordatorio de vuestro compromiso de matrimonio hacia mi persona.
Retrocedí y deje el vaso en la mesa.
Lejos de ver un rostro enfadado y contraído de ira, lo que vi me asusto aun mas.
Su rostro reflejaba alegría, sus ojos brillaban luminosos y sus magnifica boca sonreía como si el ratón se fuera a comer al gato.
.-Dioses del averno mujer, hasta que lo reconoces.
.-No he reconocido nada.
.- ¡Oh si¡ Sí lo has hecho.
Comencé a retroceder, pero por cada tres pasos que yo daba el parecía dar cuatro, así que conjure un taburete, que fue a meterse entre sus pies, para hacerle caer.
Mi hermana gemela Shee y mi hermana de alma Reina, se reían como niñas chicas, viendo el espectáculo.
Con el en el suelo, pude correr, mas libremente, salir a las caballerizas, montar a pelo mi caballo y huir por el rastrillo el cual hice bajar al tiempo que el llegaba a las caballerizas.
Aun con la ventaja y el caballo al galope, sentía su aliento en mi nuca.
Por fin desmonte y decidí esperarle. Sabia que la persecución le abría abierto el apetito por la presa.
Así fue, apenas puso pie en tierra, me devoro los labios.
Después de unos minutos eternos, tomo conciencia de donde nos hallábamos.
.- ¿Un herrero? Eres una maldita bruja amor.
.-Es una autoridad competente para casarnos…si quieres.
.-Que quiero es un hecho.
Y desde entonces solo pertenezco a un demonio.
Tu.
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