GUERRA DEL AMOR
La noche comenzaba a tocar su fin y el horizonte se teñida de rosado anunciando la salida del dios Sol para iluminar un nuevo día y una gran batalla.
La jefa guerrera Luna ya estaba montada en su yegua blanca esperando que todos sus hombres y aliados formaran para poder comenzar el combate contra su más acérrimo enemigo, la gran orden de los guerreros de la fe. Su jefe el guerrero Lago siempre la había odiado desde el día en que ella decidió junto a su gente tomar otro camino y no ser aliados de ellos por los continuos menosprecios realizados y cometido contra ellos. Solo deseaba pleitesía y obediencia incondicional no oyendo las voces de los demás si no eran halagos y alabanzas hacía su persona. Ella jamas lo conoció en persona ya que jamas se digno a recibirla excusándose con miles de tonterías cada vez que le pedía audiencia para poder solucionar los problemas crecientes que existían entre ellos
Luna miro al horizonte y los vio ya formados alrededor de Lago pudiendo comprobar que era una figura grande y fuerte que se imponía sobre el resto. Llevaba una armadura negra y, junto a su caballo de la misma negrura, hacia que todos le temieran y obedecieran ciegamente.
En poco empezaría el ataque y al oír el sonido de los cuernos puso su caballo al galope y lo dirigió directamente hacia el caballero Lago en un intento de pillarlo desprevenido y herirle gravemente. Su mente quedo en blanco y solo pensaba en su objetivo:matar a su enemigo.
Al llegar a su altura cargo con todas sus fuerzas contra el y el golpe fue tan tremendo que perdió el equilibrio y cayo de su montura, mientras caía vio como el también había sido derribado por su arma y los dos quedaron tendidos en el suelo. Sus cascos se habían desprendido y al intentar levantarse los dos quedaron cara a cara, mirándose a los ojos y el la sonrió. Luna sintió un escalofrió por todo su cuerpo y en ese momento noto un dolor agudísimo en un costado a la vez que oía un voz profunda que decía
.- No la matéis …...................
Al volver en si sintió el dolor pero no conseguía abrir los ojos ni moverse de donde estaba, solo notaba que alguien de manos fuerte y rudas la estaba acariciando para después darle a beber algo dulce que la volvió a llevar al terreno de los sueños.
No supo cuanto tiempo paso en volver a la realidad pero esta vez se encontraba mejor y el dolor no era tan fuerte y pudo abrir los ojos para comprobar que no estaba en ningún sitio conocido. Era una habitación grande y bien iluminada con pocos mueblas pero limpia y acogedora. Solo había la cama donde yacía, un catre al fondo y en uno de los lados una mesa con sillas donde un hombre estaba en posición de escribir.
.- Caballero perdone pero me podría indicar en que lugar me encuentro y quien sois vos?
El se levanto y giro hacia ella pudiendo comprobar que era Lago, un hombre notablemente alto y musculoso, de pelo azabache rizado y unos maravillosos ojos verdes; su cara era de fracciones duras pero su sonrisa era dulce y cálida cuando se giro hacia ella
.- No hace falta que se explique ya se quien sois vos y entiendo que estoy prisionera de vuestro clan.
.- No y si mi querida dama, para el resto del mundo sois mi prisionera pues era la única forma que tenía de salvarla pero para mi desde que os vi sois mi ama y señora.
No entendía nada de lo que decía, ¿se le estaba declarando? ¿estaba loco? Pero de pronto volvió a sentir el escalofrío del día de la batalla al verle allí con la rodilla en el suelo delante de ella …...........pero que locura era esa................no podía fijarse en el...................era su enemigo.............debía pensar en su gente

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